Conciliar requiere de recursos adecuados que permitan compatibilizar los diferentes roles que las personas han decidido asumir tanto en el entorno laboral, personal, familiar como social.
Hace unos años desde el ámbito laboral se consideraba que la vida familiar pertenecía a la esfera privada y, por lo tanto, no se emprendían acciones que pudieran interferir en ella. En la actualidad, las organizaciones se preocupan por la vida personal de la plantilla, no solo para mejorar su imagen corporativa, sino como parte esencial de la misma.
La conciliación va dirigida a todas las personas, hombres y mujeres, que quieran llevar una vida plena que abarque todas sus facetas. La clave está en cómo repartimos nuestros recursos teniendo en cuenta que uno de ellos, el tiempo, es limitado.
En la conciliación intervienen diferentes agentes. El Estado y sus políticas, las Personas y sus estrategias individuales y las Organizaciones que cada vez incorporan más medidas de conciliación que van más allá de lo establecido en los reglamentos y convenios. La finalidad de estas acciones es que las personas desarrollen todo su potencial y consigan incrementar su satisfacción y su rendimiento.